Una de las mayores preocupaciones e inquietudes que los padres tenemos en cuanto a la educación de nuestros hijos son los idiomas. Queremos que sean bilingües y que incluso controlen un tercer idioma. A día de hoy, todos los colegios ofrecen clases de inglés de manera obligatoria y la posibilidad de elegir un tercer idioma entre diferentes posibilidades. Pero a veces, las clases del cole no son suficientes y queremos darle un empujoncito extra al aprendizaje de idiomas. Si este es tu caso, los campamentos de verano son la mejor opción para ti y para tus niños.
Aunque los campamentos de verano en inglés son una opción fantástica para aprovechar el verano para aprender y mejorar el dominio del idioma, hay que tener presente que los niños no van a experimentar ni obtener un aprendizaje mayor que el que logran durante el resto del curso escolar, ya que materialmente, no es posible. Un campamento de verano suele tener una duración de 1, 2 o 3 semanas, 4, como mucho y, aunque loes logros serán mayores cuanto más larga sea la estancia, no podemos pretender que los niños aprendan más durante este “corto” periodo de tiempo, que durante los 9 meses de curso escolar.
Lo que sí podemos esperar de un campamento de verano de inglés es que los niños obtengan un empujón en su aprendizaje del idioma, que no pierdan nivel durante las vacaciones estivales y que mantengan fresco el dominio y la fluidez que habían logrado durante el año. En definitiva, un campamento de verano en inglés sirve para mantener lo aprendido y pulir ciertos aspectos del dominio lingüístico: la pronunciación, entonación, vocabulario, gramática… Aunque hay ventajas más importantes que el aprendizaje, para las que los campamentos de verano son la mejor opción.
Uno de los grandes beneficios que proporcionan los campamentos de verano en inglés es que permiten a los niños aprender a desenvolverse en este idioma en un entorno diferente de aquel al que están acostumbrados (el colegio). Con ello ganan soltura a la hora de hablar en inglés en situaciones que difieren mucho de las del aula del cole, en un campamento de verano aprenderán a relacionarse y a hacer amistades con otros niños utilizando el inglés. Gracias a esto, los niños se vuelven más seguros y ganan confianza en sus habilidades en inglés, pero además, les permite aprender vocabulario nuevo, que antes no habían necesitado conocer.
En el caso de los niños más pequeñitos, un campamento de verano en inglés puede ser la mejor manera de conseguir que se familiaricen con el idioma, tanto a escucharlo como a hablarlo, en una etapa en la que el aprendizaje es óptimo, porque los niños retienen los conocimientos a largo plazo y los absorben como esponjas, como se suele decir. Y además, tanto ellos, como los de edades más avanzadas, terminan asociando el aprendizaje del inglés con algo positivo y divertido y no como una obligación o una asignatura más del colegio y comienzan a disfrutar del idioma.
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