El hecho de que el colegio termine durante los meses de verano y no haya clases no quiere decir que tus hijos no puedan seguir creciendo intelectualmente durante la temporada estival. En todo caso, un campamento de verano supone un pequeño descanso que constituye una oportunidad fantástica de aprender e iniciarse en nuevos deportes al tiempo que disfrutan de una experiencia llena de diversión.
Con tantos campamentos y programas entre los que elegir, los padres muchas veces tenemos que enfrentarnos a todo un proceso de estudio y valoración para escoger el mejor campamento de verano. Las opciones son casi infinitas y existen programas de todo tipo: deportivos, teatrales, multiaventura, de surf…
El poder de los campamentos de verano, cualquiera de ellos, es el conjunto de actividades que componen la rutina diaria y que anima a los niños a participar y divertirse. Nosotros, como padres, tenemos que encargarnos de elegir el mejor programa para nuestros hijos, el que más les interese y más atractivo les resulte, por lo que en el momento de valorar las diferentes opciones conviene que estemos con ellos y que hagamos la búsqueda juntos para así hacer partícipes a los niños y asegurarnos de que el campamento sea de su agrado.
La madurez de tu hijo y sus necesidades también juegan un papel esencial en la selección del campamento de verano ideal. Un campamento de verano residencial implica una mayor experiencia de inmersión que, aunque muy beneficiosa, puede ser que tu niño no esté preparado para vivir y prefiera escoger un programa de día o de mañana, en el que regrese a casa a comer, o por la tarde, respectivamente. O todo lo contrario, puede que tu hijo esté completamente preparado y saque grandes beneficios de pasar un tiempo fuera de casa, siendo más autónomo e independiente.
Otro factor a tener en cuenta es que el conjunto de actividades y juegos que componen la rutina diaria de un campamento de verano han sido cuidadosamente diseñados y seleccionados. No debemos caer en el error de pensar que al tratarse de juegos su único propósito es la diversión. No. Cada juego, dinámica y actividad ha sido seleccionada con una intención: aprender a trabajar en equipo, ser más creativos o tener más iniciativa, por ejemplo. Siempre buscando que los niños se diviertan, ya que así aprenderán sin darse cuenta y retendrán lo aprendido a largo plazo.
Debes saber que aunque hayáis escogido un campamento de verano de fútbol, por ejemplo, tu hijo no solo se beneficiará aprendiendo las mejores técnicas y tácticas de este deporte, sino que, además aprenderá infinidad de valores asociados a la práctica del fútbol y a la propia experiencia derivada del campamento de verano. Aprenderá a convivir, a compartir su estancia con personas nuevas, a adaptarse a una nueva rutina, a ser más tolerante y abierto… ¡verás cómo tu hijos crecen y maduran de forma espectacular y regresan con mil aventuras y anécdotas súper divertidas!
¿A qué estás esperando? Elige ya el campamento de verano para regalarle a tu hijo la mejor aventura de sus vacaciones.
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