Cuando llega el verano todos nos planteamos la duda de qué hacer con nuestros hijos. Queremos que estén atendidos, pero que también disfruten de sus vacaciones. Actualmente existe una variedad muy amplia de campamentos de verano que se adapta a las necesidades de cada niño y de sus padres; tanto en la ubicación, como en la duración, en las actividades que van a realizar o en el tipo de alojamiento. Únicamente hay que elegir el que mejor se ajuste a nuestras preferencias y objetivos. Aunque es una alternativa perfecta para los niños, es normal que nos preguntemos si nuestros hijos están preparados para ir a un campamento de verano. No te preocupes, porque existen opciones de todo tipo que se adaptan a las características de cada niño, por lo que si consideras que tu hijo no está preparado para una opción residencial, puedes llevarle a un campamento de día, por ejemplo. Existe la opción perfecta para cada caso.
Llevar a tus hijos a un campamento de verano les reportará numerosas ventajas de todo tipo; tanto académicas, como personales, por lo que si te estás planteando la opción de reservar unas colonias de verano, en este artículo descubrirás 5 razones por las que un campamento es la mejor opción para tus hijos
- SOCIALIZARSE
Sin duda, una de las grandes ventajas de ir a un campamento de verano es aprender a socializarse. Tus hijos aprenderán a relacionarse, a ser más abiertos y a respetar a los demás. Harán nuevas amistades con las que compartirán juegos, experiencias y actividades. Como los campamentos suelen ser espacios libres de tecnologías, los niños tendrán que aprender a gestionar su tiempo libre mediante la socialización y el juego, trabajando así también su capacidad de atención y creatividad. Una de las principales herramientas de socialización es la habilidad para comunicarse; algo que se trabaja enormemente durante los campamentos de verano. La relación constante con el resto del grupo y los monitores hace que los niños tengan que poner en práctica multitud de habilidades sociales: escuchar, comunicarse, dialogar, negociar, argumentar… Además, todos los niños que van a campamentos, ya sean de día o residenciales, podrán aprender a trabajar en grupo y a cooperar entre ellos. En un summer camp se crea un gran sentimiento de grupo y de compañerismo, algo que es muy importante durante la infancia y la adolescencia, pero también durante la madurez.
2. INDEPENDENCIA
A ciertas edades es muy común que los niños se muestren muy dependientes de sus padres y madres, por ello, ir a un campamento de verano es una forma muy efectiva de que ganen autonomía y sean más resolutivos. En el entorno de un campamento de verano, los niños aprenden a tomar decisiones y asumir responsabilidades que normalmente no hacen porque se encargan los padres. La rutina que se establece durante un campamento brinda la oportunidad de que los niños adquieran hábitos y que aprendan a gestionar su tiempo libre, siendo más independientes. Así, aprenden lo que significa asumir responsabilidades. Aunque la autonomía sea una de las principales ventajas, también es muy positivo que los niños aprendan a pedir ayuda cuando la necesiten.
3. APRENDIZAJE
Sea cual sea el tema o actividad central del campamento (idiomas, deportes, teatro, naturaleza…), uno de los mayores beneficios de un campamento es el aprendizaje que implica. En primer lugar, podrán aprender a desarrollar la actividad central del programa que hayan escogido y todo lo que ello conlleva. Por ejemplo, un campamento de teatro permite mejorar la dicción, la improvisación, la creatividad y perder la vergüenza y con uno de deportes, en cambio, se aprende a respetar las normas, a trabajar en grupo y a asumir las derrotas. En las colonias, los niños aprenden a través de la práctica y no de la teoría, como están acostumbrados a hacer en los colegios, pero aunque las actividades sean muy lúdicas, tienen una fuerte base pedagógica detrás y están pensadas para estimular diferentes habilidades.
4.VALORES PERSONALES
Un campamento de verano es una fantástica experiencia en la que los niños pueden trabajar y adquirir valores personales al encontrarse en una situación o ambiente que se sale de su zona de confort. El respeto es, sin lugar a duda, uno de los aspectos que más van a trabajar; tanto hacia sus superiores (o mentores), los monitores, como hacia sus compañeros. Perder la vergüenza es algo que puede conllevar más trabajo o esfuerzo, pero las actividades grupales y el hecho de conocer a gente nueva hará que los niños se desenvuelvan cada vez mejor ante entornos “no conocidos”. También pondrán en práctica la generosidad, aprenderán a compartir y desarrollarán la empatía con todos sus compañeros.
5. EXPERIENCIA VITAL
Pero no todo va a ser aprender, un campamento de verano, en esencia, es para divertirse. Y, por supuesto, eso es lo que los chicos van a hacer en mayor medida. Ya sea practicando deportes, con actividades de teatro, haciendo excursiones o aprendiendo idiomas, el mayor componente de todo campamento es el lúdico; ya que esa es la mejor manera de lograr un aprendizaje eficaz durante la infancia y adolescencia. Es una experiencia muy positiva, que seguro querrán repetir en más de una ocasión ¡y de dos! Un campamento les permite escapar de la rutina a la que están acostumbrados durante el curso y disfrutar de una opción lúdica adaptada a sus características y necesidades.Los campamentos de verano constituyen una opción de ocio perfecta para los niños durante sus vacaciones. Desarrollarán habilidades y capacidades, podrán iniciarse en actividades nuevas o trabajar en otras que ya hubiesen probado antes y despejarse del curso finalizado para afrontar con ganas e ilusión el siguiente y regresar con las pilas totalmente cargadas.
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