El curso de verano de inmersión en familia ofrece a los alumnos la posibilidad de vivir y conocer de primera mano el estilo de vida francés. Los alumnos son acogidos por sus familias anfitrionas como si fuesen un miembro más, por lo que gozan de una completa y total exposición al idioma las 24 horas del día. El programa no incluye la asistencia a clases, ni la realización de actividades específicas, dado que el aprendizaje se lleva a cabo a través de la integración en la forma de vida de la familia anfitriona con sus obligaciones de colaboración y su disciplina familiar, aportando al mismo tiempo aspectos culturales diferentes, siempre beneficiosos entre personas de diferentes procedencias. Requiere de un mínimo de un año de estudios en francés, ya que la comunicación es el elemento principal del curso. Incluye una visita cultural de mediodía y otra de día completo por semana en compañía de su familia a lugares de interés del entorno.